El origen de la automedicación suele
ser, en primer lugar, la experiencia anterior, una prescripción médica previa
similar para síntomas parecidos, indicación de farmacéuticos, consejo de
familiares y amigos y, finalmente, publicidad.
Los síntomas por los que con mayor
frecuencia se automedican los pacientes son dolor de cabeza, dolores
osteomusculares, síntomas catarrales y gripales, molestias estomacales,
estreñimiento, problemas de la piel e insomnio.
Un individuo toma la decisión de
tomar un medicamento sin consultar al médico por múltiples razones:
· Dificultad de acceso a la consulta: listas de
espera, falta de tiempo, dificultades para desplazarse fuera del domicilio.
· Desconfianza en los profesionales médicos.
· Miedo a lo que dirá el médico, a iniciar un proceso
diagnóstico nuevo.
· Miedo o prevención a efectos secundarios de
fármacos nuevos.
· Confianza en medicamentos y tratamientos ya
conocidos.
Como prevenir la automedicación
· Trabajar la educación sanitaria del paciente,
explicando de forma adecuada las patologías y las necesidades de tratamiento,
el cómo y porqué de los diferentes fármacos. Implicar al paciente en la
elección del medicamento, en la medida de lo posible (si prefiere sobres a
comprimidos, por ejemplo), y respetar tanto como se pueda sus preferencias.
· Mayor accesibilidad a los equipos médicos, tanto en
consulta como por contacto telefónico. Será interesante ver en los próximos
años qué papel juegan aquí las nuevas tecnologías de la comunicación (correo
electrónico, videoconferencia, etc.).
· Mejora de la comunicación entre médicos y
pacientes. Potenciar la confianza; una relación médico- paciente adecuada, con
respeto y empatía es una de las mejores armas contra la automedicacion.