lunes, 14 de mayo de 2012

QUE ES?






La automedicación se define como la toma o administración de medicamentos o sustancias con intención terapéutica, sin la intervención de profesionales sanitarios.
Los fármacos más implicados en la automedicación son analgésicos y antiinflamatorios, laxantes, broncodilatadores, antiácidos y ansiolíticos. En estas categorías se incluyen tanto fármacos industriales como remedios herbales o tradicionales.

ORIGEN Y PREVENCIÓN DE LA AUTOMEDICACIÓN

El origen de la automedicación suele ser, en primer lugar, la experiencia anterior, una prescripción médica previa similar para síntomas parecidos, indicación de farmacéuticos, consejo de  familiares y amigos y, finalmente, publicidad.

Los síntomas por los que con mayor frecuencia se automedican los pacientes son dolor de cabeza, dolores osteomusculares, síntomas catarrales y gripales, molestias estomacales,  estreñimiento, problemas de la piel e insomnio.

Un individuo toma la decisión de tomar un medicamento sin consultar al médico por múltiples razones:

·    Dificultad de acceso a la consulta: listas de espera, falta de tiempo, dificultades para desplazarse fuera del domicilio.
·    Desconfianza en los profesionales médicos.
·    Miedo a lo que dirá el médico, a iniciar un proceso diagnóstico nuevo.
·    Miedo o prevención a efectos secundarios de fármacos nuevos.
·    Confianza en medicamentos  y tratamientos ya conocidos.

Como prevenir lautomedicación

·    Trabajar la educación sanitaria del paciente, explicando de forma adecuada las patologías y las necesidades de tratamiento, el cómo y porqué de los diferentes fármacos. Implicar al paciente en la elección del medicamento, en la medida de lo posible (si prefiere sobres a comprimidos, por ejemplo), y respetar tanto como se pueda sus preferencias.
·    Mayor accesibilidad a los equipos médicos, tanto en consulta como por contacto telefónico. Será interesante ver en los próximos años qué papel juegan aquí las nuevas tecnologías de la comunicación (correo electrónico, videoconferencia, etc.).
·    Mejora de la comunicación entre médicos y pacientes. Potenciar la confianza; una relación médico- paciente adecuada, con respeto y empatía es una de las mejores armas contra la automedicacion.

EL PELIGRO DE LA AUTOMEDICACIÓN

El efecto secundario funciona diferente en cada persona, de ahí que sea importante que un médico que sepa detectar las debilidades y el historial clínico, sea quien indique el medicamento adecuado.

Por otra parte, otro factor que arriesga la buena salud es que el paciente no conoce la dosis conveniente para su condición, y puede que se cause grandes estragos al tomar mayor cantidad de la medicinaMientras que si ingiere la cantidad adecuada, el medicamento hará lo suyo y curará la dolencia.

la mayoría de los casos de automedicación ocurren debido a la recomendación que un amigo o familiar hace de alguna medicina que a él le resultó. Sin embargo, no necesariamente va a actuar de la misma manera en otro organismo, aunque los síntomas parezcan los mismos. De ahí el cuidado que hay que tener.

Hay muchas medicinas que no requieren receta médica, no obstante hay diversas recomendaciones que hacen los expertos para reducir el riesgo al que nos exponemos con la automedicación.

RIESGOS DE LA AUTOMEDICACIÓN

La automedicación sin control médico o farmacéutico compuerta una serie de riesgos para la salud que en muchos casos son desconocidos por los ciudadanos:

• Toxicidad: efectos secundarios, reacciones adversas y en algún caso intoxicación.
• Falta de efectividad porque se utilizan en situaciones en las que no están indicados.
• Dependencia o adicción.
• Enmascaramiento de procesos clínicos graves y por lo tanto retraso en el diagnóstico y en el tratamiento.
• Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la persona está tomando. Puede haber una potenciación o una disminución del efecto del medicamento.
• Resistencias a los antibióticos. El uso excesivo de antibióticos puede hacer que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa ante de estos medicamentos de forma que dejen de ser eficaces.

Estos riesgos se pueden evitar siguiendo unos consejos básicos sobre la automedicación:

v  No tome ningún medicamento que deba ser prescrito por un médico, sin su previa supervisión.
v  Pida consejo al farmacéutico en caso de necesitar medicamentos que no requieren receta médica para su dispensación.
v  En caso de embarazo, lactancia materna, enfermedades crónicas o si se trata de niños, consulte siempre al médico antes de tomar ningún medicamento.
v  La automedicación debe tener una duración razonable. Si los síntomas continúan o su estado empeora consulte a su médico.
v  Informe a su médico/s de todos los medicamentos que toma o ha tomado (también hierbas medicinales, vitaminas, suplementos dietéticos, homeopatía, etc.).
v  Lea y conserve el prospecto de todos los medicamentos. Es importante saber qué se toma, porque sólo toma y como y cuando se debe tomar.